Si existen desequilibrios musculares, articulares o de otros sistemas, el rendimiento deportivo será menor y la posibilidad de lesiones aumentara.
La aparición de lesiones continuadas y las recaídas, nos indican que el deportista no está bien preparado para la actividad o el ritmo de entrenamiento.
Existe la tendencia de ver la lesión deportiva como una alteración localizada y aislada, pero hay que mirar más allá, hay que valorar las compensaciones que ha realizado el cuerpo para poder seguir dando el máximo de si. A veces esas compensaciones son funcionales en una zona pero provocan otra lesión en otra zona (por tanto no hay que extrañarse si el osteópata hace una revisión desde los pies hasta el cráneo, en un paciente con tendinitis de rodilla por ejemplo).
La osteopatía deportiva identifica y trata el origen de las lesiones, trata las compensaciones, equilibra los siguientes sistemas involucrados en la lesión y permite la reincorporación a la práctica deportiva en condiciones óptimas para alcanzar el rendimiento deseado.