Las personas somos seres sociales por naturaleza y nos gusta vincularnos. Uno de los vínculos más importantes que establecemos es con la pareja. Normalmente depositamos en la pareja expectativas y deseos que a veces no corresponden con la realidad.
Las relaciones de pareja pasan por diferentes momentos vitales entre los que hay de complejos. A veces, hay un problema claro y definido (infidelidad, celos, problemas sexuales, etc), y en otros casos hay un deterioro de la relación y una dificultad para llegar a entenderse.
Es complicado darse cuenta de que hay aspectos que no funcionan en la pareja y normalmente aparecen sentimientos desagradables que confunden a la persona: la culpa, el resentimiento, etc. Es importante asumir que se necesita ayuda y pedirla.
La terapia de pareja ayuda a tomar conciencia de los patrones que se han establecido y ofrece técnicas para romper dinámicas tóxicas creadas. Mediante técnicas propias de la terapia cognitiva o de la terapia sistémica, el psicoterapeuta acompaña a la pareja para volver al BIEN-ESTAR.